El Inmigrante

Living abroad / Vivir en el extranjero


3 Comments

Integration in your partner’s country

Today I have a special guest: career and personal coach Lola Hernández, who lives in Munich. She provides support to expats and their family members during their integration process. In addition, she gives workshops and lectures about Emotional Intelligence, Time Management and a variety of topics related to Personal Development. Lola was very kind to share her post in my blog, and for that I am very grateful: ¡Muchas gracias!.

In her post, she wrote about the challenges of integrating in your partner’s country/culture. I found this post very interesting and positive, and I hope you find it useful and share your opinions and experiences (how were your first encounters in the new country?, what challenges/difficulties did you find at the beginning of the integration process?, how did you overcome them?, what positive results/experiences did you get from all this?, etc.).

For more information about Lola Hernandez, please visit her blog at http://www.lolahernandezcoaching.wordpress.com (only available in Spanish).

 

Integration in your partner’s country

By Lola Hernandez

Translated by El Inmigrante 

Many of us live in another country because of our partner. When you land in a country that is not yours, there is a long list of challenges waiting for you, like learning another language (not an easy job!), making friends from scratch and finding a job, which is something hard to do if you already have to deal with the first two challenges. To add more to the list, you also have to look for a place to live, a school for your children, social activities, etc…and let’s face it, time is not always your friend. Therefore, things can get complicated and it is very easy to feel overwhelmed.

In this transition, we also have to consider that when the social, economical and emotional conditions of living with your partner change, your self-esteem very often weakens and you experience a kind of “inferiority complex”, and suddenly you feel less than others.

The good news is that when you go through an experience like this, and you try your best and work very hard, you have a wonderful opportunity to experience real personal growth. You put your skills to test, discover hidden talents and recover forgotten resources that you had in you.

In your new country, you have the chance to put aside some aspects of you that were not working anymore and you can start a new life with new habits, new ways to do things and a new history. For example, if you were about to settle in your country, now you have the option to get out of your comfort zone and expand your possibilities of action. Maybe in your country, you had a job that didn’t satisfy you anymore, now you have a range of possibilities and options, that you might have not even considered while living in your own country.

In a recent workshop, Katia Pinal talked about bicultural couples. She said that when you leave your culture and you enter a different one, you can see both cultures as an outsider and choose the aspects of each culture that would fit you better. It takes time to practice this outsider’s view and it is a luxury; people who have never left their country don’t have this opportunity. So, you are a very lucky person!

You also need to see that you have a good situation waiting for you; you will develop your capacity to receive support and to delegate things that you used to, and do things you have never done before. All this is great, because you can put your skills, your competences and your employability into practice; you never know when you would use these tools in this very unpredictable life. So, if you were not used to ask for help or you found it difficult, now it is the time to polish this skill.

Warning: don’t rest on your laurels!…enjoy the support from others but don’t lose sight of your goals: prepare yourself and work on getting your autonomy and independence back in every aspect of your life.

If you would like to work on any aspect of your integration, you can always call me.

Successful integration – CC Image Courtesy of Daniela Hartmann in Flickr

Successful integration – CC Image Courtesy of Daniela Hartmann in Flickr


7 Comments

Integrarte en su país

(For the English version, click here)

Hoy tengo como invitada a Lola Hernández, una coach profesional residente en Múnich, Alemania, que ofrece apoyo al proceso de integración de expatriados y de los miembros de su familia. Además, imparte Charlas y Talleres de Inteligencia Emocional, Gestión del Tiempo, Comunicación, así como una variedad de temas relacionados con el Desarrollo Personal. Lola tuvo la gentileza de permitirme compartir su post con todos ustedes, y por eso ¡Muchas gracias!.

En su blog publicó este post que me pareció muy interesante y positivo. Espero que lo encuentre útil y compartan sus opiniones sobre el tema de integración en el país de su ser amado (¿Cuáles fueron sus primeras experiencias en el nuevo país?, ¿qué dificultades encontraron al comienzo de este proceso de adaptación?, ¿cómo superaron estas dificultades?, ¿qué resultados y/o experiencias positivas han sacado de todo esto?, etc.)

Para más información sobre Lola Hernández, pueden visitar su blog en http://www.lolahernandezcoaching.wordpress.com

Integrarte en su país

Somos muchos y muchas los que estamos viviendo en  otro país porque nuestra pareja es de allí. Cuando aterrizas en un país que no es el tuyo, hay una buena lista de desafíos que se te plantean: en ocasiones, necesitas aprender otro idioma (¡tela!), normalmente, no conoces a nadie y tienes que empezar de cero a hacer “amiguitos”, además, con frecuencia quieres encontrar un trabajo, lo cual, cuando se junta con las dos necesidades anteriores, se convierte en algo, pelín peliagudo. Si además  buscas piso, cole para los niños, actividades sociales y… el tiempo no te acompaña, la cosa se puede empezar a complicar y es fácil que te sientas un poco abrumad@.

Con frecuencia, además, cuando las condiciones sociales, económicas y afectivas de la convivencia en pareja, se alteran, es fácil que la autoestima se resienta y percibas en tu comportamiento y en tus emociones, un cierto “complejo de inferioridad”, de repente te sientes como una persona un poco más chiquitita.

La buena noticia (¡claro que sí!) es que cuando pasas por una experiencia de este tipo, y pones un poquitito de interés y ganas, tienes una maravillosa oportunidad para vivir un verdadero crecimiento personal, para poner a prueba tus capacidades, para descubrir talentos ocultos y rescatar recursos olvidados.

En tu nuevo país, tienes la posibilidad de aparcar las partes de ti que hacía ya tiempo que no te estaban dando buenos resultados, y empezar una nueva vida con nuevos hábitos, nuevas formas de hacer las cosas y nuevos registros. Si por ejemplo en tu país, últimamente te estabas acomodando un poco, ahora vas a tener la oportunidad de salir de tu zona de confort y ampliar tus posibilidades de acción; si allí tenías un trabajo que no te terminaba de satisfacer, ahora puedes abrir el abanico de posibilidades y contemplar opciones que, en tu país, no se te hubieran pasado por la cabeza.

Además, como comentaba Katia Pinal hace poco en una Charla sobre parejas biculturales, cuando sales de tu cultura y entras en otra diferente, tienes la posibilidad de ver ambas culturas desde fuera  y elegir qué aspectos de cada una de las dos culturas encajan más con tu forma de entender la vida; poner eso en práctica, lleva tiempo pero es un lujo que las personas que nunca han salido de su país, no se pueden permitir, y tú sí: ¡eres una persona afortunada!

Por otra parte, tienes una buena ocasión por delante para desarrollar tu capacidad de recibir apoyo, de delegar en otros cosas que tradicionalmente hacías tú, y por el contrario, de asumir el desarrollo de tareas de las que normalmente  eran otros los que se ocupaban: esto es bueno para el desarrollo de tus destrezas, tus competencias y tu empleabilidad, nunca sabemos que herramientas vamos a necesitar sacar “de la chistera” en las variadas ocasiones que nos presenta la vida.  Si, además, hasta ahora tenías dificultades para pedir ayuda, vas a poder aprovechar para limar esta capacidad.

Eso sí, no te duermas en los laureles… disfruta del apoyo que recibas de otros sin perder de vista el objetivo: prepararte y trabajar para recuperar tu autonomía y tu independencia en todos los sentidos. Si quieres apoyarte en el coaching para trabajar alguno de los aspectos de tu integración, ¡llámame!

Successful integration - CC Imagen Cortesía de Daniela Hartmann en Flickr

Successful integration – CC Imagen Cortesía de Daniela Hartmann en Flickr