El Inmigrante

Living abroad / Vivir en el extranjero


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The Guest House / La Casa de Huéspedes – Jelaluddin Rumi

(ver versión en español a continuación)

CC Image courtesy of Łukasz Strachanowski on Flickr

CC Image courtesy of Łukasz Strachanowski on Flickr

Living abroad brings a lot of emotions that sometimes can be unpleasant. We fight against them, we don’t want to accept them. The more we fight, the stronger they get.

When I find myself full with unpleasant emotions, like anger, resentment, homesickness, etc., I usually turn to this poem. I have realized that, instead of rejecting these emotions, I need to welcome them, no matter their shape, their color or their intensity. This poem teaches me to be patient and open to what comes my way. And I say ‘teaches’ in the present tense, because I haven’t accepted all my emotions yet, and that is why I like to keep this poem close to me and use it every time is needed.

I hope you like it and find some truth in it. Have a great a week!

***

Vivir en el extranjero puede producir muchas emociones que algunas veces no son para nada placenteras. Luchamos contra ellas, no las aceptamos. El problema es que mientras más luchamos, más intensas se vuelven.

Cuando me siento llena de emociones desagradables, como cólera, ira, resentimiento, nostalgia, etc., normalmente leo este poema. Me he dado cuenta que, en vez de rechazar estas emociones, debo darles la bienvenida sin importar su forma, color o intensidad. Este poema me enseña a ser paciente y abierta a lo que se presente en mi camino. Y digo ‘me enseña’ en tiempo presente, porque aún no he aceptado todas mis emociones. Es por eso que me gusta mantener este poema a mi alcance para leerlo cada vez que sea necesario.

Espero te guste y encuentres algo de verdad en él. ¡Que tengas una buena semana!

THE GUEST HOUSE

This being human is a guest house.
Every morning a new arrival.

A joy, a depression, a meanness,
some momentary awareness comes
as an unexpected visitor.

Welcome and entertain them all!
Even if they are a crowd of sorrows,
who violently sweep your house
empty of its furniture,
still, treat each guest honorably.
He may be clearing you out
for some new delight.

The dark thought, the shame, the malice.
meet them at the door laughing and invite them in.

Be grateful for whatever comes.
because each has been sent
as a guide from beyond.

— Jelaluddin Rumi,
translation by Coleman Barks

LA CASA DE HUÉSPEDES 

Esto de ser un ser humano

es como administrar una casa de huéspedes.

Cada día una nueva visita, una alegría, una tristeza,
una decepción, una maldad,
alguna felicidad momentánea
que llega como un visitante inesperado.

Dales la bienvenida y acógelos a todos ellos,
incluso si son un grupo penoso
que desvalija completamente tu casa.
Trata a cada huésped honorablemente pues
podría estar haciendo espacio para una nueva delicia.
El pensamiento oscuro, lo vergonzante, lo malvado,
recíbelos en tu puerta sonriendo e invítalos a entrar.
Agradece a todos los que vengan
pues se puede decir de ellos que han sido enviados
como guias del mas allá.

— Jelaluddin Rumi


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El arte de hacer amigos

(See English version here)

Hacer amigos en el extranjero: otro desafío en nuestra lista de cosas por hacer.

A veces nos preguntamos cuándo se va a acabar todo esto, pfff…otro desafío más que tengo que vencer para comenzar una nueva vida…Sí, lo sé, la lista puede ser muy larga, e incluso interminable, pero se pone mejor… con el tiempo.

¿Cómo que 'todavía hay más por hacer'? - CC Imagen cortesía de Kemal Y.

¿Cómo que ‘todavía hay más por hacer’? – CC Imagen cortesía de Kemal Y.

Para los recién llegados vivir en el extranjero puede ser una experiencia muy solitaria al comienzo; eres el nuevo chico/a en la escuela y nadie está realmente interesado en ti, a menos que hagas un esfuerzo para que los otros niños te presten atención. Para aquellos expatriados o inmigrantes que son extrovertidos, este desafío es muy fácil (pan comido, papayita, un mamey, está tirado – en fin, como lo digan en tu país), ya que ellos pueden entablar una conversación con alguien en el parque o proponer una salida con sus nuevos compañeros de trabajo, y a partir de eso comenzar nuevas amistades. Sin embargo, por otro lado, tenemos a los tímidos, que les cuesta mucho romper el hielo con otros en el trabajo o en algún curso que estén tomando. En resumen, no importa qué tipo de persona eres, el hacer amigos en el extranjero requiere esfuerzo, paciencia y muchos intentos.

Últimamente he estado leyendo los consejos de otros expatriados sobre cómo hacer amigos en el extranjero y he encontrado todo tipo de opiniones; las que basurean/hablan muy mal de la simpatía y amabilidad del país en el que viven, las super optimistas que te aconsejan hablarle a cualquier extraño en la calle y las sarcásticas e hilarantes, como esta (solo disponible en inglés), que sugieren tener mucha paciencia y aceptación de la nueva cultura. De todas estas opiniones, me quedo con la última.

Primero que nada tengo que confesar que por varios años fui parte del grupo que basureaba/hablaba mal de la simpatía del país anfitrión. Vivo en un país que es considerado por muchos como muy amable y abierto a todas las nacionalidades y culturas. Es por eso que cuando llegué a Holanda solo esperaba lo mejor de este país. Entonces, ¿que pasó cuando me sentí excluida y sin amigos? – Bueno, creé un monstruo en mi cabeza y me rehusé a hacerme amiga de este país. Y es allí cuando todo empezó a andar mal.

Cuando le conté a mis amigos y familia que me iba a Holanda, solo escuché cumplidos sobre los holandeses; todos me decían que los holandeses eran muy relajados, que hablaban muy bien el inglés y que eran muy liberales y abiertos a casi todo. Con todas estas referencias me sentí muy segura sobre mi nueva aventura; no hubo ni un segundo en el que dude de mi decisión.

Los primeros meses en Holanda tuve la oportunidad de confirmar todos los cumplidos que había escuchado, los holandeses eran de verdad muy amables y siempre tenían curiosidad sobre quién era yo. La gente en la calle me sonreía o me saludaba muy cordialmente, me sentía bienvenida. Hasta hubo un momento que me atreví a pensar que mi experiencia en Holanda iba a ser aún mejor que la que tuve en Inglaterra, pero probablemente ya se habrán dado cuenta que solo era mi etapa de ‘luna de miel‘.

Después de pasar esta etapa, me encontré rodeada de conocidos, pero no de amigos, no estaba preocupada por eso…aún. Me senté en una silla, miré el reloj y esperé a que los buenos amigos aparecieran. Por supuesto que me quedé sentada allí por mucho tiempo. No pasaba nada; la gente seguía sonriéndome, pero yo no estaba haciendo ningún amigo; la gente seguía preguntándome qué estaba haciendo en su país y si alguna vez había estado en Machu Picchu, pero nadie me invitaba a su casa. ‘¿Qué estaba pasando?’ – me pregunté.

El hecho es que yo tenía la suposición incorrecta de cómo hacer amigos. Un tiempo después aprendí que hacer amigos en el extranjero no se da de la misma manera que en tu país; es importante conocer la cultura y las costumbres del país anfitrión con el fin de conocer a los lugareños y sus reglas sociales, nunca esperes que ellos adopten las tuyas. Además de mi ignorancia, en realidad nunca había aprendido a hacer amigos en mi propio país, cosa que me di cuenta una vez viviendo aquí. Mi primera mejor amiga en Perú fue la que tomó la iniciativa. En mi primer día de clases de la escuela primaria, fue ella quien me invitó a sentarme a su lado; si ella nunca lo hubiera hecho, quizá ahora no tendría ningún amigo. Le estoy muy agradecida por eso. No obstante, no esperes que otros tomen la iniciativa, porque no llegarás muy lejos con esa actitud. Cuando se trata de hacer amigos en el extranjero es necesario empezar desde cero.

Hacer amigos es importante, hacer amigos en el extranjero aún más; todos necesitamos un sistema de apoyo. En un país nuevo ya no tienes a tu familia ni a tus amigos, al menos no físicamente, es por eso que es bueno tener a alguien con quien contar para tener una experiencia más agradable en el extranjero. Bueno entonces, ¿cuál es el secreto?, ¿cuál es la fórmula? – No creo que nadie la tenga. Tampoco creo que haya 5 consejos milagrosos para hacer amigos en el extranjero; todos somos diferentes, y lo que puede funcionar para mí, no necesariamente tiene que ser para ti. Sobre este tema solo puedo ofrecerte mi experiencia y consejos, los cuales espero encuentres útiles.

Existen muchas maneras de conocer gente y hacer amigos en el extranjero, esto no quiere decir que tengas que aplicar todas, pero no pierdes nada si al menos aplicas una:

– Utiliza Facebook u otro medio social como tu punto de partida. En mis tiempos (2006), Facebook aún no era el gran éxito que es ahora, así que no había grupos como Expats in Amsterdam, Meetup, etc. La tarea de hacer amigos era un desafío un poco más grande. Hoy en día es mucho más fácil; a través de los medios sociales podrás buscar a expatriados en tu zona o gente que comparta gustos e intereses similares, pero no solo únete al grupo, ¡participa!. Puedes presentarte en el grupo y explicar que eres nuevo/a en el país/la ciudad y que estás en busca de nuevos amigos, reuniones de expatriados, etc. Vas a ver que la gente reaccionará a tu post.

Tener una lista de las cualidades de tu futuro mejor amigo solo reducirá tus posibilidades – CC Imagen cortesía de e3Learning

Tener una lista de las cualidades de tu futuro mejor amigo solo reducirá tus posibilidades – CC Imagen cortesía de e3Learning

– No trates de recrear tu pasado en este nuevo escenario. En algún momento de mi experiencia como inmigrante busqué gente que se pareciera a mis amigos de Perú, no físicamente pero con la misma personalidad. Lo hice inconscientemente. Es solo ahora que me doy cuenta del porqué de mi fracaso al hacer amigos. Es necesario, es más, obligatorio ser abierto/a a todo tipo de persona que se cruza en nuestro camino. No juzgues hasta que hayas pasado cierto tiempo con ese nuevo conocido, dale la oportunidad para que te demuestre el tipo de persona que es. En mi mente solía tener una lista con todas las cualidades que mis nuevos amigos deberían tener, y eso redució mis probabilidades de conocer gente. Perdí la oportunidad de conocer a muchas personas.

Reúnete con tus compatriotas – CC Imagen cortesía de Juanky Alvarez

Reúnete con tus compatriotas – CC Imagen cortesía de Juanky Alvarez

– Busca a gente de tu propio país. Quizá esto pueda ser un primer paso; es más fácil y cómodo, no hay necesidad de aprender otro idioma y puede ofrecerte la sensación de estar en casa. En mi opinión creo que esta no es una mala opción, pero no debería ser la única. Cuando solo pasas tiempo con tu ‘gente’, podrías aislarte de la cultura en la que vives y podrías terminar en un círculo vicioso, donde solo te reúnes para quejarte del país anfitrión. ¡Así que procede con cautela!.

Crea tu propio grupo en Facebook – CC Imagen cortesía de Alan Levine

Crea tu propio grupo en Facebook – CC Imagen cortesía de Alan Levine

– ‘Vivo en un pueblo pequeño y no hay ningún grupo de expatriados. ¿Qué puedo hacer?.’ ¡Crea uno tu mismo/a!. Sé que esto puede sonar un poco aterrador, pero si lo que estás buscando, no lo encuentras, entonces créalo. Promueve el grupo que se ajuste a tus deseos, estoy segura de que hay al menos una persona en casa esperando este tipo de grupo. Busca, busca y busca, porque encontrarás. Puedes utilizar Facebook o Meetup, u otro medio social.

Actividades en las bibliotecas públicas – CC Imagen cortesía de Amanda Hamilton

Actividades en las bibliotecas públicas – CC Imagen cortesía de Amanda Hamilton

– Si no eres hincha de los medios sociales, no hay problema. ¡Sal de casa y toma un poco de aire fresco!. En las bibliotecas públicas encontrarás diferentes actividades que ofrecen el momento ideal para conocer a otras personas. Además, si estás asistiendo a algún curso de idiomas u otro tipo de clases, invita a algún compañero a tomar un café. No lo pienses mucho, solo hazlo. ¿Qué es lo peor que podría pasar? – Que te rechace. Bueno, a nadie le gusta ser rechazado, pero al menos no estarás todo el tiempo preguntándote si ese compañero habría aceptado tu invitación. Recuerda: el proceso de hacer amigos en el extranjero toma tiempo y requiere muchos intentos. Si fallas la primera vez, inténtalo otra vez hasta que tengas éxito.

CC Imagen cortesía de HOBY NYE

CC Imagen cortesía de HOBY NYE

– ¿Tienes un gran corazón?. Ofrécete como voluntario. Puedes visitar el centro vecinal/ayuntamiento/municipalidad o Internet para informarte sobre los lugares y/o actividades que necesitan de tu ayuda. Esto no solo te hará sentirte bien pero puede ser una oportunidad para encontrar a un nuevo amigo.

Periódico local – CC Imagen cortesía de Matt Callow

Periódico local – CC Imagen cortesía de Matt Callow

– Los periódicos locales también pueden mantenerte al tanto de lo que pasa a tu alrededor. Aquí podrás encontrar las principales actividades sociales. Si participas en al menos una, estoy segura de que conocerás a excelentes personas que viven muy cerca de ti.

CC Imagen cortesía de through a pin-hole

CC Imagen cortesía de through a pin-hole

– ‘¿Y qué pasa con los holandeses (o cualquiera sea el país donde vives)?. También me gustaría hacerme amigos de ellos.’ – Durante estos años de inmigrante he visto que los holandeses pueden ser un público difícil (pero a veces me pregunto si yo me comportaría como ellos en mi propio país). Las primeras veces que intenté hacerme amiga de ellos fueron una desilusión y sentí que no estaban interesados para nada en ser mis amigos. Me quedé con la sensación de ‘Lo siento, pero mi círculo social ya está lleno. Gracias por su solicitud. Le deseo todo lo mejor.’. Sí, eso me dolió e inmediatamente me rendí, lo cual fue una mala decisión. Después de estos intentos de mi parte, decidí poner a todos los holandeses en la misma categoría: ‘antipáticos’. Conforme el tiempo fue pasando, la imagen que tenía de los holandeses fue de mal en peor, y solo salía con otros inmigrantes. El resultado fue que los únicos amigos holandeses que tenía eran los amigos y la familia de mi pareja, que son excelentes personas, pero no son míos. Es una pena, porque sé que hay holandeses allá fuera que estarían muy felices de ser mis amigos. ‘Pero, ¿dónde encontrarlos?’ – No pierdas tiempo en saber dónde encontrarlos o cómo hacerte amigos de ellos, ni tampoco en ninguna opinión negativa sobre qué tan antipáticos pueden ser, mantén una mente abierta, hazte amigo/a de aquellos que sí están disponibles, sin importar de dónde provengan. Y lo más importante: ¡cultiva la paciencia y la tolerancia!.

Todos estos consejos están basados en mi propia experiencia y en lo que he visto durante estos años en el extranjero. Los recién llegados pueden aplicar estos consejos a su nueva vida, pero también los veteranos; nunca es tarde para comenzar nuevas amistades. Aprende de mis errores. Yo he aplicado estos consejos recientemente, y ahora que lo he hecho me doy cuenta de toda la energía que hubiera ahorrado si hubiera seguido al menos uno de ellos. También puedo ver que mi camino estuvo lleno de frustraciones y desilusiones. Si hubiera sido más abierta y menos crítica, hubiera sido más feliz. Sin embargo, aquí estoy, he empezado a seguir estos consejos yo misma y los resultados son muy buenos. Puse mi negatividad de lado y empecé un nuevo capítulo en mi vida.

Si tienes más consejos sobre cómo hacer amigos en el extranjero, me encantaría escucharlos. ¡Compartamos historias!


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La ‘luna de miel’

(For the English version, see The ‘honeymoon’ stage)

El choque cultural tiene muchas caras, así como el talento para encubrir sus diferentes etapas maliciosas, por ejemplo, la etapa de la ‘luna de miel’. De acuerdo con algunas definiciones, el choque cultural tiene 4 etapas: la luna de miel, el conflicto, la negociación y la aceptación. Basándome en mi propia experiencia, puedo decir que estas etapas son correctas. Hace unos 7 años experimenté la primera etapa con mucha euforia y alegría y es por eso que hoy me gustaría compartir mis experiencias durante mi ‘luna de miel’.

La etapa de la 'luna de miel'

La etapa de la ‘luna de miel’

Una vez instalada en mi nuevo hogar inglés, todo parecía perfecto. Ya había conocido a mis nuevos compañeros de la escuela donde iba a trabajar, había memorizado el número del autobús que debía tomar para ir al trabajo y al centro de la ciudad, había descubierto como utilizar el lavavajillas (algo que solo había visto en las películas) y había observado cómo se debía lavar la ropa con la lavadora – no es que no existieran lavadoras en Perú, pero mi madre se había rehusado a comprar una hasta hace poco…creo que esperó a que sus hijos se fueran de la casa para hacerlo.

Durante los primeros meses en Inglaterra pasé por un estado de euforia y éxtasis. Todo me parecía maravilloso, sí, ¡maravilloso!. No tenía ningún pensamiento negativo en la cabeza; todas las personas y las situaciones con las que me cruzaba me ofrecían la oportunidad de experimentar un estado mental fantástico.

Recuerdo un domingo por la tarde cuando estaba en mi nueva habitación organizando algunas cosas y escuché a la hija de mi casera (la dueña de la casa) y sus amigos poner una canción de Juanes. En ese momento bajé las escaleras lo más rápido que pude y les pregunté sorprendida: ‘¿Cómo conocen esta canción?’. Ellos me contestaron que la canción estaba en todas las radios de Inglaterra y que les encantaba. Me emocionó el hecho de que esos niños de 12 años estuvieran escuchando música Latina, mi música. Fue un momento especial entre dos culturas; ellos querían saber el significado de la canción y cómo bailarla y a cambio, se aseguraron de que yo también aprendiera algo, como el significado de ‘chav‘ y el uso de la palabra ‘wicked’ (chevere, chido, guay) en casi todas las frases. Éramos una familia feliz.

Los meses que siguieron mi llegada a Inglaterra estuvieron llenos de descubrimientos; todo sucedía muy rápido y al mismo tiempo. Mi despertar al ‘viejo’ continente estuvo compuesto por nuevos sonidos, expresiones faciales, lluvia (¡muchísima lluvia!), comida, olores, etc. Una de las primeras cosas que aprendí fue que no debería gritar cada vez que estaba en el carro/coche y veía otro venir por el lado equivocado de la carretera (En el Reino Unido, las personas conducen por el lado equivocado…quiero decir…por el lado izquierdo de la carretera). Además de eso, tuve que acostumbrarme a no inclinarme para darle un beso a la gente en la mejilla cada vez que los saludaba, como se acostumbra en Latinoamérica. Eso fue muy difícil de ‘desaprender’, yo tenía toda la disposición y la costumbre de hacerlo, pero un suave apretón de mano siempre me recordaba que las costumbres allí eran diferentes y es así que volvía a la realidad.

Mi parte favorita de la ‘luna de miel’ era viajar. Se suponía que mi estancia en Inglaterra iba a ser corta (8 meses) y por eso, aproveché cualquier tiempo libre que tenía para viajar por los alrededores. En los primeros tres meses en el Reino Unido, tuve la suerte de visitar Oxford, Escocia y Londres.

La primera impresión que me llevé de esos lugares fue mágica; mi memoria se ha encargado de guardar cada momento en un lugar especial, en esa época de mi inocencia. Y es que eso es lo que la etapa de la ‘luna de miel’ te hace hacer, te hace ver las cosas a través de un caleidoscopio, lleno de colores y belleza.

Edimburgo

Edimburgo

El primer albergue/hostal en mi vida...Oxford

El primer albergue/hostal en mi vida…Oxford

Big Ben

Mi primera impresión del Big Ben

ADVERTENCIA: los primeros meses o años que pasas en el extranjero siempre son los mejores. Nuestra memoria borrosa puede engañarnos y hacernos creer que todo era perfecto.

Sin embargo, la etapa de la ‘luna de miel’ nos da coraje; el deseo de descubrir un nuevo país y nos vuelve curiosos y hambrientos por más. Esta es la mejor etapa del choque cultural (al menos algo bueno tenía que salir de todo esto) porque perdernos en nuestro camino a casa nos da la oportunidad de conocer nuestro nuevo barrio, conocer a otras personas puede ayudarnos a encontrar a un nuevo o mejor amigo, probar otras comidas puede hacer que nuestra boca experimente sabores que ni siquiera sabíamos que existían y ver algo por primera vez nos hace pensar: ‘¿Dónde he estado todo este tiempo?’.

¡Disfruta de tu ‘luna de miel’ al máximo y si ya lo hiciste, guarda estos momentos especiales para siempre!